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10 COSAS PARA RECORDAR sobre las agujas de bordar a mano

Las agujas son la herramienta de la que no puede prescindir el bordado a mano. Y esa herramienta plantea muchas preguntas en la mente no sólo de los principiantes sino también de los bordadores experimentados. Entonces, ¿Qué debemos saber sobre las agujas?

  1. Son baratas.

Casi te escucho decir “wow -_-” aquí, pero en realidad creo que es importante considerar este aspecto. ¿Por qué son baratas? Porque hoy en día se fabrican en grandes cantidades en las fábricas. Entonces… ¿tienen la misma calidad que tenían en el pasado? Tristemente no. Debes estar preparada para que incluso la “aguja inglesa” mas fina pueda romperse en tus manos. Desde mi experiencia, las agujas de hoy en día se doblan con facilidad, no sabes cuantas agujas curveadas tengo, jajaja. Fuera de bromas esta es la verdad de la industria moderna de las agujas. Así que lo bueno es que son fáciles de reemplazar. Te enseño en la foto como esta aguja de cabeza dorada se rompió, no es la primera y tampoco será la última.

Aguja #3000 que se rompe en mis dedos.
  1. Las agujas se oxidan.

La reacción de las manos es distinta en cada persona y las agujas en condiciones de alta humedad, cuando las manos sudan y producen aceites naturales, pueden causar oxidación. Por eso es mejor limpiar la aguja (y las manos) mientras se trabaja y sobre todo antes de guardar. Otra causa de oxidación puede ser la saliva que se produce al lamer el hilo. Sí, la mayoría de nosotros lo hacemos (incluida yo), pero es importante saber que, eventualmente, podría resultar en una aguja corroída. Es mejor evitar cualquier humedad al bordar a mano, es por eso que existen los enhebrados.

  1. Las agujas pueden tener relieves o asperezas en su superficie.

Eso también debería evitarse. Hay formas de afilar la aguja con esmeril. Puede tomar una lima de uñas y frotar la aguja en una dirección. También se puede usar un cojín de arena de esmeril también ayudará además a eliminar la humedad, lo que evita la oxidación.

4. Por qué se deben evitar las agujas corroídas.

Las agujas nuevas suelen tener una superficie lisa y elegante que les facilita pasar a través de la tela. Es importante que se deslice sin esfuerzo porque minimiza la posibilidad de abrasión del hilo y la tela. Es más difícil pasar una aguja oxidada a través de la tela y enhebrarla, porque la superficie pierde su brillo. La corrosión afecta el hilo y la tela y provoca que se deshilache, la mancha y simplemente no se “sienta” bien en las manos. Por lo tanto, tome precauciones con la aguja para que no se oxide, pero si aún así se corroe, entonces es mejor reemplazarla.

  1. Las agujas vienen en varios tipos.

Los cinco tipos principales de agujas para coser a mano son las agujas de chenilla, las agujas para tapices, las agujas para bordar, las agujas para molinero (de paja) y las agujas para abalorios. Todos ellos se diferencian en la forma del eje y del ojo.

  • Las agujas de chenilla tienen una longitud media, su eje es bastante grueso y el ojo es extra largo lo que permite enhebrar pocas hebras de hilo o lana y utilizar hilo grueso. La punta de la aguja es afilada. La aguja de chenilla se usa comúnmente en el bordado de Crewel.
  • Las agujas de tapiz tienen una forma similar a las de chenilla, excepto que tienen la punta roma. Se utilizan comúnmente para bordar en telas uniformes como Aida, donde es necesario insertar la aguja en los agujeros ya preparados.
  • Las agujas Crewel (para bordar) son de longitud media, tienen un ojo largo ovalado y una punta afilada. Se pueden utilizar para fines generales en bordado de superficies.
  • La aguja Milliners (de paja) tiene un eje extralargo con una punta afilada y un pequeño ojo redondo que no forma un bulto. El ancho del eje es uniforme desde la punta hasta el ojo, por eso se usa comúnmente para trabajar puntadas que requieren enrollar hilo alrededor de la aguja (como la puntada de lingotes).
  • La aguja para abalorios es una de las agujas más finas con un ojo largo y estrecho que permite pasar a través de la semilla y otros tipos de cuentas.

6. Las agujas vienen en varios tamaños.

Cada tipo de aguja tiene su propio mapa de tamaños o números, pero la regla general es que cuanto mayor sea el número, más fina será la aguja (donde “más fina” podría referirse tanto al eje más estrecho como a la longitud menor). Y viceversa, cuanto menor sea el número, más gruesa será la aguja.

  1. ¿Realmente necesitas todas las agujas mencionadas anteriormente?

Si eres un costurero que trabaja con una amplia variedad de telas y todo tipo de hilos y te gusta probar varios estilos, entonces probablemente sí. Si eres una costurera experimentada y ya has desarrollado tus propias preferencias en telas e hilos, basta con tener los tipos de agujas que sean relevantes para tu estilo. Por ejemplo, si nunca trabajas con lienzos y nunca usas hilo de lana, puedes hacerlo bien sin tapices ni agujas de chenilla. Si eres principiante en el bordado de superficies, te recomendaría tener agujas Crewel en algunos tamaños y una aguja Milliners(agujas delgadas).

  1. Dicho esto, hacer crecer tu colección de agujas será una ventaja a largo plazo.

Nunca es mala idea tener a mano una amplia gama de agujas a la hora de bordar. Te permite más libertad de herramientas y eso siempre es una gran ventaja en cualquier oficio. Más que eso, con el tiempo podrás ampliar tu colección con agujas hechas a mano o cualquier otra pieza especial. En definitiva, invertir en esta herramienta será sin duda beneficioso. Pero puedes hacerlo lenta y gradualmente.

  1. Elegir la aguja adecuada para tu proyecto depende del hilo y de la tela que estés utilizando.

El tamaño de la aguja debe coincidir con el tejido de la tela: si es demasiado grande dejará agujeros en la tela que arruinarán el aspecto del bordado. Por otro lado, si es demasiado pequeño probablemente desgastará el hilo, ya que pasa por la tela una y otra vez. No existe una fórmula exacta para elegir la aguja; es algo que llegarás a sentir con el tiempo.

  1. Mantenga las agujas en un lugar seguro.

Es una buena idea guardarlos en un cuaderno de agujas o en un estuche. Después de todo, perderlos no es algo que quieras experimentar… Créeme, tener un palo en el pie no te hará sentir bien. Si tienes muchas agujas, puedes clasificarlas por tipos y tamaños; esto facilitará el proceso de elección. Si perdiste una aguja, usa un imán para encontrarla, te ahorras tiempo al buscarla cuando parece que se hace invisible al caer. Si te gusta la idea de un libro de agujas, puedes visitar nuestra tienda y adquirir el tuyo.

¿Tienes algún consejo que añadir? Comparte tus experiencias y secretos!

con cariño,

Ale de Merlina Handcrafted Design

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